Posteado por: Carli C4 | junio 6, 2013

Atrévete (A escribir un poema)

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Atrévete (A escribir un poema)

Sonríele al despertar y respira el horizonte,
escápate a la laguna, acerca tu vida al monte.
Sueña los ojos y ponte al universo por cinta,
sumérgete entre la brisa que mi bolígrafo pinta.

Ata tu vida a la tinta que a cascada se derrama,
sufre, llora, vive, siente, bosteza, camina, ama.
Toma la garganta y llama al ayer, ve de paseo,
saca a la melancolía de brazos junto al deseo.

Aprende a besar lo feo, acostúmbrate al pasado,
vive el calor de los labios donde nunca has colocado
tus palabras de un bocado; busca a la que en la primaria
te brindo esa melodía de día tan necesaria.

Halla el área donde existe lo que quisiste y no pudo
ser más que la poesía palpitante de aquel mudo
corazón que como escudo te salvaba del amor…
atrévete, sin excusas, y vas a ver que es mejor.

Posteado por: Carli C4 | febrero 23, 2013

En ese entonces

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En ese entonces

De vuelta al jardín pequeño donde bordaba en tu casa,
la timidez compartida: un beso tras la terraza.
Se pasa bajo la sombra, aquella sonrisa y deja,
una lágrima que hace las pases frente a tu reja.

Y me dicen que no estas y se aleja la abuelita
por el escalón que tanto de ti y de mi necesita.
Yo le imploro una visita para recordar que ha sido
de tu olor, pero mi amor, no le abre a un desconocido.

Me conformo con mirar el árbol desde la acera,
el paisaje sin nosotros tocándonos desespera.
Acecha la primavera, pero aquí está tan oscuro,
que el fantasma de tu rostro me hace sonreírle al muro

donde el amorcito puro de dos niños de primaria,
se convirtió en la amistad más bella y más necesaria.
Y yo la canción más agria hoy compongo en el contén,
donde tatuamos dos nombres… inseparables back then.

Posteado por: Carli C4 | noviembre 28, 2012

Sé que estaré caminando

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Sé que estaré caminando

Sé que estaré caminando y que tocarás mi espalda,
y el viento estará jugando con mi mente entre tu falda.
Y tu sonrisa traerá nuestra niñez de paseo,
quizás nunca pase pero no sabes cuánto deseo:

Revivir aquel recreo bajo el barandal de ensueño,
donde sin saber quien era yo me declaré tu dueño.
Compartir aquel pequeño bocadito y de tu mano
descubrirnos en el patio. Y es que para mí es tan sano:

Dibujarme caminando y que tú grites mi apodo,
el viento estará jugando con mi mente de algún modo
porque todo me conduce a ese barandal, tu casa
se ha convertido en constante de mis sueños. «Carli pasa»

me dijiste y yo acepte, y al sentarme aquel olor
me despertó humedecido pues los rastros de tu amor
aun tienen vivo el color y los respiro sin calma,
sé que estaré caminando y me robarás el alma.

Posteado por: Carli C4 | octubre 12, 2012

Tu Entorno Como Aguacero

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Tu entorno como aguacero

Con certeza son tus labios mi nueva naturaleza,
la magia de aquella noche de invierno mi sueño besa.
El río ya no se siente bailar donde la corriente,
la brisa con mi camisa retoza y es evidente

Que eres tú mi medio ambiente; el aroma de la caña,
me pone a encontrarte a solas, pero al final siempre engaña.
La cabaña tiene frío, la luna ya no se asoma,
y el verde de tu sonrisa hoy mi poesía toma.

La yerba sigue esperando, como yo, que aquí te poses,
el viento azota violento, trae tu recuerdo a voces.
Y las doce es madrugada, sale a navegar mi almohada,
para naufragar desnuda, sin ti… Sin tu amor soy nada.

Cómplice el sol de tu pelo rubio que desapareces,
se oculta de mí el verano que te llevaste hace meses.
A veces llueve esperanza, tu entorno como aguacero,
cuando pienso que te olvido vuelvo a comenzar de cero.

 

 

Posteado por: Carli C4 | junio 9, 2012

La última conversación

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La última conversación

La última conversación es un óleo en mi pared,
alegrándome la vida cuando de ti tengo sed.
Y no sé cuál de tus besos me dibujas en el cambas
de esta noche dividida entre la añoranza y ambas…

… Fotos que me diste cicatrizan el espejo,
la última conversación es un cubismo complejo.
De lejos nadie comprende que nunca serán lo mismo:
las caricias comerciales que recibo y tu realismo.

La última conversación, nuestro poema exquisito,
bordando en pocas palabras cuánto de ti necesito.
Y el grito desesperado contrasta con tanta rima:
roces-goces-noches-voces que se me vienen encima.

El clima ha cambiado poco, la tempestad permaneces,
gira y respira la vida el aroma de aquellos meses.
A veces de ti enamoro, leyéndote mientras lloro,
la última conversación… mi más preciado tesoro.

Posteado por: Carli C4 | abril 27, 2012

El dolor de la esperanza

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El dolor de la esperanza
La historia de Daniel

     Daniel es un muchacho joven, o quizás ya no tan joven. Hace casi veinte años decidió echar su suerte al mar y lanzarse en travesía hacia los Estados Unidos, donde su hermano mayor lo esperaba. Junto a él, once personas más pisoteaban esa arena donde antes habían sonreído soleados momentos; pero ahora miedo era lo que suspiraba la noche. La embarcación fue construida en una azotea del barrio, entre cuentos, chistes y esperanzas de un futuro. ¡Cuántos sueños se anhelaron en esa azotea! El apagón de las doce sirvió para transportarla y una carta en la cocina despedía a la mamá.

De Daniel la policía encontró su mochila y con el carnet pudieron descifrar su identidad. Lo llevaron a la estación para descubrir quién había organizado la fallida expedición, pero nunca dijo nada. Por ser menor le soltaron. A los pocos días me despertaron los gritos de su nombre y el bajar desesperado me llamó la atención. Como era ya costumbre, Daniel se me escapaba de la esquina del balcón. Sentí algo extraño en el sillón y reí cuando volvió porque debía ir al baño. A mi no me gustaba que dejara la tapa para arriba, esta vez no me importó. Me dijo adiós con un beso que el viento se me llevó.

Hoy hace ya veinte años que Daniel es un recuerdo de ese día. Esa vez la policía no pudo encontrar nada de él. Su hermano puso carteles y hasta viajó hacia las Islas, a mi la confusión solo me dio por llorar. Yo era muy niña en ese entonces, al igual que Daniel. Al contar esos segundos, la última conversación, respiro otra vez su rostro y puedo parpadear su voz. Nunca más se supo de ninguno de los doce, una familia de cinco junto con él se extravió.

Cuando viajamos a Cuba, mamá a mi esposo le pide que le regale unas medias, un pullover, un abrigo. Tiene el escaparate lleno de ropitas para él. Dice que lo único que quiere es que cuando Dani vuelva tenga algo lindo que ponerse. Les cuenta a sus amigas del día que se fue de viaje y yo sé que la esperanza a ella le debe doler. Dice que perdió la memoria y que se encuentra bien solo, otras veces solo dice que está en algún hospital. Pero nunca Danielito se nos ha muerto a nosotros, él vive en el cuadro que le hicimos… y en la historia de mamá.

Posteado por: Carli C4 | febrero 12, 2012

Te lamento

Te lamento

¿Por qué sonreír en fotos? Fingiendo que entre nosotros
queda algo de esos besos que solo nos creen otros.
Tu espalda: frontera cruel en esta franja de gaza,
hoy te abrazo… sin tocarte… nada pasa.

Me traza la arquitectura, saltan a mí los detalles,
te pierdo mientras a solas camino las mismas calles,
buscando quizás que halles en nuestro ayer un motivo,
para cambiar el bolígrafo negro con que te escribo.

Sobrevivo en ese cuento de amor a primera vista;
nos ven y se maravillan. ¡Qué fácil para un turista!
Pero yo que vivo aquí, luchando por el pasado…
Te lamento este momento enamorado.

De que valen esas cartas, esos besos y estas fotos,
si pronto estarán igual que mis sentimientos rotos.
¿Por qué si fuimos los dos amantes de inmadurez,
Cupido no nos robó el amor a la misma vez?

Posteado por: Carli C4 | enero 1, 2012

Ayer

Ayer

Mi esquina ha escuchado amores perderse detrás del sol,
zumbidos de la guitarra, las notas de un viejo gol.
El contén está rajado donde se sentó ese niño
que ahora escribe caminando las calles de su cariño.

Sigue el poste sobre el árbol donde nadie ya se sube,
el matorral va tapando la noche donde te tuve.
La nube sigue pasando, vuelve a caer aguacero,
pero la esquina está sola porque, mi amor, no te espero.

Otro pionero comparte el pupitre donde a ti,
te sonrojé la mejilla y grabé con bisturí,
nuestros nombres, solo ahora del universo dos puntos
y tan necesariamente en esa madera juntos.

El aroma de esas tardes me transporta a cada rato,
al círculo donde mami me enseñó a amarrar zapato’.
Y trato de no olvidar, nuestro ayer siempre revivo,
aunque quizás no te acuerdes de nada de lo que escribo.

Posteado por: Carli C4 | diciembre 15, 2011

Análisis de “El Laberinto del Fauno”

Eludiendo el terror habitando entelequias
(Análisis de “El Laberinto del Fauno”)

Por Carlos Centurión

     “El laberinto del Fauno” es una película del director Guillermo del Toro que mezcla el realismo crudo con la fantasía formidable en busca de lograr objetivos diversos. Una de las metas fundamentales es redefinir el concepto de “cuento de hadas” y mancomunarlo a su origen sobrecogedor. Con la mixtura subrepticia entre realidad y fantasía, el creador busca vigorizar la maldad humana valiéndose de metáforas y simbolismos. Un propósito indudable del filme es analizar la insubordinación ante la maldad y mostrar a la misma como la única opción decorosa que tiene una persona digna a la hora de combatir la injusticia. Otra finalidad de la película es denunciar los abusos de género, retratando al machismo como algo perverso y extremadamente malvado y dibujando a la supremacía patriarcal como algo completamente inhumano. Por último, el largometraje propone que el estar expuestos a una iniquidad descomunal puede hacer que las personas creen sus propios mundos imaginarios para habitar en ellos y eludir así de una forma fantasiosa la cruel realidad que los destruye; la imaginación en estos casos se vuelve el único vehículo hacia la felicidad y la salvación. Basándose en esta idea, el autor nos proyecta una imagen esperanzadora sobre la muerte y nos convida a analizarla desde un punto de vista positivo. La intención de este ensayo es analizar cada uno de estos objetivos y propuestas.

“El laberinto del fauno” es definitivamente un cuento de hadas no apto para niños. El mismo se aleja cuantiosamente de las versiones modernas de este género literario, principalmente de las que Walt Disney ha traducido a la pantalla chica en los últimos años. Estas interpretaciones recientes han tenido tanto éxito que han redefinido a los cuentos de hadas, haciéndolos mucho más atractivos para audiencias infantiles al poner el horror, la injusticia y la maldad en un segundo plano. Desde este punto de vista, es lógico que Del Toro haya tenido algunos problemas al haber creado una película de fantasías completamente diferente a las que estamos acostumbrados: “muchos padres fueron a verla con sus hijos de corta edad y éstos pasaron un miedo extremo. Este hecho fue constatado por el propio director, que tuvo que aclarar en entrevistas sucesivas que pese a su aspecto de cuento de hadas, la película no iba dirigida al público infantil, ya que muchísimas de sus escenas resultan realmente terribles y aterradoras para un niño, precisamente por su enorme carga de maldad” (Pastor, 422). A pesar de estas diferencias está claro que el director quiere que su película sea clasificada como un cuento de hadas, en busca de elucidar que no todos tienen que ser de carácter infantil y pueden tener un contenido más crudo y tenebroso que las famosas versiones modernas. La protagonista principal del filme “nos recuerda a Alicia en el País de las Maravillas… porque va pasando pruebas, porque vive situaciones absurdas, por ejemplo el episodio del sapo gigante, en el que además lleva un vestido idéntico a la iconografía que de Alicia se popularizó a través del cine gracias a Walt Disney” (Pastor, 423). Al incorporar características estilísticas de otros cuentos de hadas a su película, Guillermo del Toro reitera su deseo de clasificar a “El laberinto del Fauno” como uno de ellos y de esta manera le impone de forma magistral a los espectadores una “nueva” categoría de cuento de hadas mucho más realista y descarnada.

La maldad en su definición más extrema está presente a través de todo el filme. La fantasía creada por Noelia es un escape a esta malevolencia humana con la cual convive a diario y este mundo imaginario está a la vez influenciado por la angustiosa realidad que aterroriza a la niña. Los seres malvados en la fantasía de la protagonista principal son utilizados como metáforas demostrativas de la maldad humana que es la que realmente afecta a la niña. Está claro que para Del Toro “[t]he only real monsters are the humans” (Pastor, 391). En las entelequias de Ofelia los monstruos son percibidos como seres bien perversos, pero nunca llegan a hacerle ningún daño y de una manera u otra vemos como la niña se las arregla siempre para derrotarlos o al menos huir de ellos de una forma relativamente fácil. En la vida real es muy diferente, ante los ataques del capitán Vidal, Noelia siempre está indefensa y no tiene forma de protegerse o huir de los mismos, mucho menos de exterminar al agresor. Esta comparación refuerza la idea de que los verdaderos monstruos, o al menos los realmente peligrosos, son en realidad humanos y no los imaginarios que solo asustan y pueden ser vencidos. La idea de que la maldad humana es mucho más agobiante y oscura que la fantasiosa está presente desde el comienzo del filme: “[e]l relato fantástico dentro de la narrativa fílmica que inaugura el film (“En el Mundo Subterráneo, donde no existe la mentira y el dolor, vivía una princesa que soñaba con el mundo de los humanos”) aporta una clara indicación de quiénes son y donde se encuentran los verdaderos monstruos, los humanos” (Pastor, 395). Podemos ver el paralelismo que existe entre Vidal y los villanos de las fantasías de Noelia. “Vidal, sin lugar a dudas, es como el sapo-monstruo que Ofelia se encuentra en las raíces profundas del árbol marchito, que “no le deja sanar” (Cohen, 1996,4); ambos amenazan con destruir y “devoran” con avidez… Incluso se podría argüir que Vidal guarda cierto parecido con el Hombre Pálido, el otro personaje monstruoso al que tiene que enfrentarse Ofelia, en una de las tareas impuestas por el fauno; ambos han de presidir un banquete de generosos manjares” (Pastor, 396). Estas similitudes son utilizadas para resaltar aun más los aspectos horrorosos del capitán franquista, ya que a pesar de que estos monstruos son grotescos, ninguno llega a ser tan malo como Vidal ni a causar tanto daño y sufrimiento. Basándonos en este análisis podemos concluir que en esta fantástica película “… los monstruos contribuyen a ilustrar el horror de la realidad: la entidad atroz del fascismo y su implacable y despiadada destrucción de la inocencia” (Pastor, 399).

Al igual que la maldad absoluta, la desobediencia está presente en la película desde el comienzo de la misma. Guillermo Del Toro nos declara: “la idea central de El laberinto del fauno es la del choque entre brutalidad e imaginación. Es una pequeña fábula que está a favor de la desobediencia, porque creo que el primer paso de la responsabilidad es la desobediencia, es pensar por uno mismo” (Labrador, 425). La rebeldía contra todo lo malévolo es personificada por Noelia en casi todo momento. El propósito del filme es mostrar esta insubordinación cómo la respuesta justa y heroica ante la injusticia y el despotismo. Existe una representación clave que declara la desobediencia de Noelia ante una entidad opresora o pensamiento inicuo: La idea de que la niña sabe el secreto que guarda Mercedes, conoce de su “traición” a la causa franquista y a Vidal en especifico, pero decide callarlo “…porque sabe que lo correcto es no delatar a una mujer que ayuda a quienes lo necesitan y que además se porta muy bien con ella” (Labrador, 427). Está claro que lo esperado es que Ofelia denuncie a esta mujer que apoya a la oposición, por ende la desobediencia va asociada a la bondad y a lo humano y justo, dándole una nueva definición a la palabra y mostrando que “[l]a obediencia ciega se considera negativa y aparece asociada a la maldad” (Labrador, 425). El ejemplo más claro de inobediencia premeditada es cuando el doctor decide ponerle una inyección letal al prisionero maqui al cual están torturando, para de esta forma acabar con su calvario. A este médico se le ordenó que sanara las heridas de este prisionero para que la tortura pudiera seguir su curso, lo esperado era esto y no el acto de rebeldía que termina ejecutando este bondadoso hombre. La desobediencia aquí toma un primer plano y nos reafirma que lo justo es romper con las acciones esperadas cuando estas van en contra de lo justo y compasivo. Esta idea queda tatuada en la mente de los espectadores cuando el doctor pronuncia quizás la frase más trascendental de la película: “Obedecer por obedecer, así, sin pensar, eso solo lo hacen gentes como usted, Capitán”.

La desobediencia de Mercedes es tan arriesgada cómo la que el doctor comete en esa especie de suicidio simbólico. Esta mujer personifica la heroicidad y el coraje al trabajar para un hombre tan asesino como Vidal y a la vez ayudar a sus espaldas a las personas que más odia este: los maquis del monte. La insubordinación de esta doméstica es quizás la que más significado tiene. Mercedes desobedece porque cree en un ideal de lucha, una doctrina justa por la cual está dispuesta a combatir hasta las últimas consecuencias. Ella, en mi opinión, tanto o más que Ofelia encarna al héroe ideal: la persona que se sacrifica a si misma si es preciso por la libertad y el bienestar de los demás. La idea de la desobediencia justificada es reforzada al final del filme, para que no exista duda alguna acerca del planteamiento que propone el largometraje. Noelia lleva a su hermano recién nacido en los brazos, escapando de Vidal que la persigue para matarla; al encontrarse con el Fauno este le dice que la única forma de salvarse y escapar es sacrificando al bebé. Aunque aparentemente la niña confía en el fauno, comprende de inmediato lo que es correcto y lo que no; decide desobedecer su orden y prefiere morir antes de acatar un mandato al cual considera inaceptable y abusivo. Aquí yace la moraleja de la historia: vemos como lo correcto fue desobedecer la orden cruel aunque esto significara perder la “vida humana”, porque esta acción abrió las puertas del reino de nuestra princesa y la unió para toda la vida con su familia “imaginaria”.

Unos de los objetivos primordiales de esta película es el de denunciar los abusos de género y mostrar como el machismo y la idea patriarcal de que lo masculino es superior a lo femenino es obsoleta, errónea y en casos extremos como el del filme: horrorosa. Vidal es una persona que odia y se cree superior a casi todos, principalmente a las mujeres. Para él las féminas son totalmente inferiores y las ve como animales que no merecen nada y que solo sirven el propósito de engendrar hijos (inconfundible ideología machista). A su esposa la ve como un instrumento para que nazca su vástago (que según él será varón y llevará su nombre); nos damos cuenta de su total menosprecio hacia esta mujer cuando le dice al doctor que si tiene que salvar a uno de los dos, que salve a su hijo y que deje morir a la madre. Esto claramente nos demuestra que “[p]ara Vidal, el sexo femenino es invisible en el orden dominante y, por tanto, excluido como sujeto culturalmente válido y con identidad propia” (Pastor, 397). El desprecio del capitán asesino por el sexo opuesto está reflejado en toda la película; una escena muy interesante que muestra este descrédito es cuando afirma a la fuerza que su hijo será varón, como si no pudiera ocurrir lo contrario. “Cuando el Dr. Ferreiro le pregunta al Capitán Vidal cómo puede estar tan seguro de que el hijo que lleva en el vientre su mujer va a ser varón, este simplemente le sonríe y contesta: “No me joda”, casi como si el Dr. Ferreiro le hubiera preguntado, ¿Cómo puedes estar seguro de que será humano?” (Pastor, 393). La escena primordial que marca el total desprecio de Vidal hacia las mujeres es cuando asesina a Ofelia (una niña inocente y tierna) a sangre fría para arrebatarle a su hijo. Esta secuencia es un retrato obvio de la unión del machismo con la falta de escrúpulos, el resultado es un individuo completamente horroroso y vil, sin piedad por nadie ni nada, solo enfrascado en la irrisoria misión de perpetuar su nombre y dejar un legado masculino en el mundo. “El laberinto del Fauno” nos muestra inteligentemente cómo esta ideología es totalmente errada.

Los personajes femeninos utilizan las características representativas de su género para triunfar sobre las particularidades típicas del género masculino. “Los personajes femeninos se revelan con cualidades y características asociadas con la creatividad, la generosidad, la abnegación y la libertad, en contraposición al mundo masculino definido por el poder, el consumo, la destrucción y la inflexibilidad, en un engranaje de sistemas y normas” (Pastor, 395). Al final está claro que las cualidades asociadas con la feminidad salen victoriosas: la bondad destruye a la perversidad, la imaginación a la incredulidad, el amor al odio, etcétera… La escena cumbre que define este triunfo es la del ajusticiamiento de Vidal. “[E]l más doloroso castigo que Vidal puede recibir es la constatación antes de morir de que no habrá continuidad para su legado: ‘Decidle a mi hijo a qué hora murió su padre’. Mientras Mercedes le quita el hijo de sus brazos contesta: ‘No, ni siquiera sabrá tu nombre’” (Pastor, 398). El delirio más grande de este maniático (el ciclo histórico del sucesor masculino llevando su nombre y admirando la vida del padre) es hecho añicos segundos antes de la ejecución de este verdugo, dejándonos degustar una fugaz sensación de victoria. Al fin y al cabo, como en todo buen cuento de hadas, el bien ha triunfado sobre el mal.

Una proposición fundamental del filme es que la fantasía puede tomar vida como una forma de escape cuando la realidad es extremadamente cruel y despiadada. Nos damos cuenta desde el mismo inicio de cómo cada pasaje fantasioso va precedido por un brutal episodio de la vida real. El trastorno de Ofelia comienza al encontrarse con su padrastro y al darse cuenta de cómo será la convivencia con este. “Poco a poco, Ofelia busca un modo de enfrentar esa oscura realidad que la rodea, huyendo a un mundo que no tiene existencia más allá de ella misma, y donde se refugia en la fantasía como forma de escape” (Fernández, 22). Las entelequias de la niña son logradas fílmicamente con una calidad tan excelente que en ocasiones, como espectadores, pensamos (o quizás queremos) que sea verdadero lo que le está ocurriendo a la princesa de la historia. Esto refuerza aun más el concepto de “cuento de hadas para adultos”, ya que “El laberinto del Fauno” logra en el público maduro reacciones parecidas a las que las obras infantiles conquistan en los niños. Sabemos que este “…mundo paralelo está exclusivamente en la imaginación de Ofelia, pero tiene una base real, es un trasunto de lo que ve, de lo que sucede, de lo que piensa, de lo que teme; se cruza con su vida, que ella vive de forma evasiva para escapar de la maldad” (Labrador, 421). Todo este enredo causa una confusión deliberada en los espectadores y convierte a esta película en un verdadero laberinto fabuloso.

La fantasía con la cual culmina el filme (la muerte de Ofelia y su entrada al reino subterráneo) es la más interesante de la historia. Este final, a nivel personal, pienso que tiene tres significados principales que se impregnan en el subconsciente y nos convidan a reflexionar: Nos muestra que morir por un ideal de justicia significa en realidad vivir para siempre (una idea que ha estado perpetuamente asociada a la heroicidad). Nos señala que el mal nunca puede triunfar sobre el bien, no importa si las apariencias muestran lo contrario, lo positivo siempre vence a lo negativo aunque sea en un mundo imaginario (o en lo que muchos interpretaríamos como un mundo después del fallecimiento). Finalmente nos indica que la muerte, en este caso la de un niño (símbolo de pureza), no es necesariamente algo negativo (una idea que ha estado presente en el cine español desde los tiempos de “Marcelino pan y vino”). El mensaje subliminal claramente es que la vida no termina después de la muerte y que este episodio trágico puede ser en realidad una bendición, como yo quiero creer que lo fue para nuestra pequeña Noelia.

Este ensayo busca analizar los objetivos principales que Guillermo del Toro ha querido conquistar con su exquisita película: “El laberinto del Fauno”. En el mismo se ha expuesto cómo este largometraje puede ser calificado como un cuento de hadas para adultos y se han definido las diferencias que existen entre este “nuevo” género y el destinado para niños. Se han mostrado las estrategias y comparaciones utilizadas por el director para diferenciar a la maldad humana de la fantasiosa, proyectando a la primera como más cruel y despiadada. Se ha presentado el planteamiento de que la desobediencia es exhibida en el filme como el único comportamiento adecuado y digno ante la maldad y el abuso. Se ha argüido que la película denuncia el abuso de género, principalmente el machismo y la idea patriarcal de la sucesión masculina. Finalmente hemos descrito la idea fundamental que compone a la obra: la invención de un mundo imaginario exuberante como resultado de vivir una realidad inhumana. En la modesta opinión del autor de este análisis, las entelequias de Noelia (principalmente la que concluye el filme) son utilizadas para darle una pincelada positiva a la muerte de una persona (en este caso una niña), un incidente considerado trágico y lacerante por la sociedad. “El laberinto del Fauno” cumple exitosamente con cada una de las metas trazadas y nos pierde gustosamente en un dédalo de fantasías del cual escapamos anhelando inocentemente que sean realidad estos sueños.

Posteado por: Carli C4 | octubre 21, 2011

Lágrimas sin respuesta

Lágrimas sin respuesta

Este banco huele a amor, a lienzo de primavera,
y yo respiro el recuerdo de mi tempestad primera.
Y la fuente, aquella loma, entre bostezos me toma,
tu ausencia se ha convertido de esta ciudad en el aroma.

Camino de beso en beso, desde el cine hasta la casa,
siento revivir tu aliento cuando el autobús me pasa.
Y me abraza tu perfume, en cada rincón te siento,
se ríe de mi el amigo cuando negándote miento.

Y aquí sigo en el asiento que parió el primer renglón,
tu fantasma y las ardillas hoy mis compañeras son.
Por qué te fuiste pregunta esta línea que me cuesta
ocultar de los que pasan… lágrimas sin respuesta.

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