La Guerra de Liberación Cubana de 1895
por Carlos Centurión
Para la mayoría de los cubanos, la lucha por la libertad nacional es y siempre ha sido el pábulo principal que estremece nuestras vidas. La conflagración contra cualquier yugo o autocracia brota innatamente al padecer en carne propia el suplicio de la tierra sometida. Esta tradición patriótica proviene de aquellos héroes que combatieron inagotablemente por la autonomía de Cuba. La contienda redentora que más envergadura tiene en la historia de la mayor de las Antillas es la guerra de independencia de 1895, ya que gracias a esta, la nación alcanzó la anhelada manumisión de la mano opresora española. El propósito de este ensayo es reseñar los hechos que tornaron a este conflicto bélico en tan trascendental gesta.
El apóstol José Martí fue el autor y coordinador de la guerra de liberación de 1895. Habiendo sufrido en carne propia los desafueros cometidos por la corona ibérica, conocía mejor que nadie las razones por las cuales Cuba tenía que ser libre. Al fundar el Partido Revolucionario Cubano, se propuso recaudar los fondos económicos y las armas necesarias para apoyar un levantamiento en la isla. Percibiendo la necesidad de contar con líderes militares de la más alta envergadura para alcanzar el triunfo, convenció al “Titán de Bronce” Antonio Maceo y al “Generalísimo” Máximo Gómez de que ya era la hora justa para reemprender hostilidades. Con la firma del Manifiesto de Montecristi, Martí y Gómez exponen las razones por las cuales el pueblo cubano se lanzaba a un enfrentamiento bélico en contra del despotismo español y el primer alzamiento multitudinario acaece el 24 de febrero de 1895 mediante el Grito de Baire; dejando claro a los iberos que la pugna por la independencia iba sumamente en serio.
A menos de tres meses de haberse inaugurado la guerra, pereció en combate el más grande de todos los cubanos: Jose Martí Pérez; perdiendo así la causa independentista a su prestigioso líder civil. Este quebranto trascendental, más que impedimento, fue una inspiración para que los mambises siguieran avanzando y ganando batallas categóricas. El objetivo principal de Maceo y Gómez era extender la lucha a toda la nación, ya que la misma estaba concentrada en el oriente del país. Esto fue conseguido gracias a la heroica invasión de oriente a occidente en donde el mismo Antonio Maceo perdió la vida en diciembre de 1896. Durante esta memorable irrupción a occidente aconteció una de las hazañas mambisas más sobresalientes de la guerra: el cruce de la “infranqueable” Trocha de Júcaro a Morón; para muchos un hecho militar fundamental que alteró el balance de la guerra a favor de los mambises.
A raíz de las cuantiosas victorias mambisas, la corona española dictaminó destituir al laureado general Martínez Campos y nombrar al abyecto Valeriano Weyler Capitán General de las tropas españolas en la isla. Este despótico personaje decidió que era imprescindible cercenar de raíz el apoyo que la sociedad cubana le brindaba a los mambises y con dado propósito comenzó a recluir campesinos en campos de concentración; estrategia sangrienta que luego fue nombrada la “reconcentración de Weyler”. Algunos historiadores cubanos calculan la cifra de personas exterminadas en estas prisiones comunitarias en alrededor de trescientos mil. A pesar de disímiles tácticas inhumanas como esta, nada pudo parar el ahínco de las tropas mambisas, las cuales continuaron afirmando su presencia en todo el país.
La guerra se encontraba estática a principios de 1898: los mambises no acababan de dar la estocada final y los españoles no tenían forma de aniquilar la insurrección. Para alcanzar una resolución definitiva, al conflicto le faltaba su tercer participante; una nación con aires expansionistas y conocedora de las múltiples riquezas económicas de la isla: los Estados Unidos de América. El quince de febrero de 1898, con la explosión del buque de guerra “Maine” en el puerto de la Habana, a la futura superpotencia mundial le fue infaustamente extendida la justificación imprescindible para adentrarse al enfrentamiento marcial entre Cuba y España. Estados Unidos interpretó esta detonación como una agresión directa española y la guerra contra la frágil monarquía ibérica fue declarada el 19 de abril del año en cuestión.
La incursión de Estados Unidos a la guerra aceleró la presagiada derrota española. Las batallas fundamentales fueron navales y demostraron el poder de las modernas armadas angloamericanas ante las anticuadas flotas iberas. El fastuoso poderío militar estadounidense hizo que las ya desgastadas tropas ibéricas duraran únicamente un par de meses antes de perder calamitosamente y negociar los términos de la rendición. El primero de octubre de 1898 comenzaron en Paris las conversaciones entre España y Estados Unidos para decidir el destino de Puerto Rico, Filipinas y Cuba; las delegaciones de estas tres naciones nunca estuvieron presente. A pesar del papel fundamental que tuvieron los Estados Unidos en la guerra de liberación de 1895, nunca se debe olvidar que los mambises fueron los que verdaderamente rompieron las cadenas del yugo colonial.
El 24 de febrero de 1899, entró triunfante a La Habana el Generalísimo Máximo Gómez. Al percibir la aglomeración de personas que salieron a su encuentro, estupefacto opinó: «Si toda esta gente hubiese peleado con nosotros habríamos derrotado a España hace muchísimo tiempo». Sin duda alguna Cuba era finalmente libre del yugo español gracias al denuedo de sus hijos y a la sangre de su pueblo. Las lecciones de osadía, tesón y heroísmo que nos legaron los mambises que combatieron en esta contienda (y las previas), son hoy más que nunca inspiración ineludible para todos aquellos que una vez más gritamos “Viva Cuba Libre” y anhelamos cuando muramos, sin patria, pero sin amo, tener en la losa un ramo de flores, ¡y una bandera!
Muy buen análisis. Me gusto mucho.
By: salamandra7075 on mayo 23, 2015
at 8:32 am
nada que no venga en el libro de historia de 6to grado.
By: Victor on junio 12, 2015
at 3:05 pm
Gracias por el comentario. Saludos.
By: Carli C4 on junio 12, 2015
at 3:10 pm
Carli, algunas cosas nunca cambian, sigues teniendo una imaginación muy fértil. Slds desde la Ceiba
By: Victor on junio 16, 2015
at 3:50 pm
Dj Loops? Representa mi hermano, escribeme a mi correo. carlos.centurion@ymail.com
By: Carli C4 on junio 16, 2015
at 4:39 pm