Posteado por: Carli C4 | septiembre 30, 2011

Análisis de “La Lengua de las mariposas”

Análisis de “La Lengua de las mariposas”
Por Carlos Centurión

     La lengua de las mariposas es un filme del director José Luis Cuerda que nos transporta a la España de la segunda república y nos dibuja una imagen clara y auténtica de los años previos a la guerra civil y de la transición hacia la misma. Los principales focos de la película son la educación, las nuevas generaciones y la batalla constante (primero “civilizada” y luego violenta) entre dos ideologías completamente diferentes por tratar de controlar estos dos elementos sociales tan fundamentales. Cuerda magistralmente administra el posicionamiento escénico de sus personajes en varias de las escenas para demostrar esta pugna ideológica. Un ejemplo indudable de esto es la secuencia donde el pequeño Moncho (Manuel Lozano) se encuentra situado en el centro, mientras que Don Gregorio (Fernando Gómez) y el cura católico (Celso Bugallo) están convenientemente ubicados a la izquierda y a la derecha respectivamente. Tanto en este caso específico como a la largo de toda la película, el niño Moncho representa a las nuevas generaciones y al futuro de España, Don Gregorio personifica a un pensamiento ideológico con tendencias izquierdistas (extremadamente liberal para su tiempo) y el líder religioso simboliza a la España conservadora que se opone reciamente a la separación de la Iglesia y el estado. Esta escena establece a las nuevas generaciones como el principal objetivo de ambas ideologías. Cualquiera de ellas que logre impactar y adoctrinar ideológicamente a la mayor cantidad de niños, habrá conseguido asegurar un futuro nacional más acorde a sus principios e ideales.

     Desde el principio de la segunda república las fuerzas conservadoras vieron a los educadores como una fuerte amenaza a su ideología y a su forma de vida. Era para ellos imposible concebir la idea de una educación no religiosa, que enseñara principios de libertad individual y promoviera pensamientos que no estuvieran linealmente de acuerdo con el dogma católico. La idea (extremista para esos tiempos) de llevar profesores a cada barriada o rincón de España significaba que hasta las personas más indigentes y pobres tendrían derecho a ese regalo tan majestuoso que es la educación. Esto estremecía de pavor a muchas personas, principalmente a los continuistas ricos que preferían seguir explotando a una clase obrera inculta y analfabeta. En el filme de José Luis Cuerda, el profesor Don Gregorio personifica todas las características repudiadas por los tradicionalistas. Él es un maestro que se aparta de la enseñanza habitual de su época y prefiere educar a sus alumnos sin utilizar la violencia como método de instrucción, algo sumamente novedoso para la España de los años treinta. Este personaje se opone a obligar a sus alumnos a memorizar las lecciones; en cambio los convida a analizar y razonar los nuevos conceptos a los que son expuestos. Lo que más une a Don Gregorio a la causa republicana es su liberalidad y su insinuado ateísmo, el cual siempre va acompañado por un énfasis en la importancia que el personaje le confiere a la libertad religiosa y al respeto por las costumbres enseñadas por la familia en la casa. Dos escenas trascendentales para el filme corroboran la asociación republicana del maestro, la primera es el discurso de aceptación que da al anunciar su retiro del magisterio. En esta disertación podemos palpar el fervor revolucionario y liberal de la forma de pensar de Gregorio al escucharlo argumentar la idea de que si al menos se le permitiera a una generación de españoles crecer en libertad, el futuro de la patria estaría a salvo. La segunda escena que marca la simpatía de Gregorio por lo que representa “la República” es la que muestra al maestro comedido y formal de escenas anteriores emborrachándose después de escuchar en la radio que la nación está en guerra. “La lengua de las mariposas” nos da a entender de una manera sutíl que la inclinación ideológica del profesor Don Gregorio está situada a la izquierda del espectro político sin llegar a ser un fanático o miembro activo de algún partido progresista.

     A las mujeres se les ha imputado con asiduidad el ser más conservadoras que los hombres; el filme de Cuerda manifiesta esta idea a través del personaje de Rosa (Uxía Blanco), la cual hace el papel de la madre de Moncho. Esta mujer imponente y expresiva muestra sus inclinaciones conservadoras al ser retratada como una señora sumamente devota al catolicismo. El contraste que existe entre esta personalidad creyente y el carácter irreligioso de Ramón, el padre de Moncho (Gonzalo Uriarte), hace resaltar aun más la naturaleza conservadora de Rosa. Aunque la misma acepta y respeta la afiliación izquierdista de su esposo; con diferentes imágenes, gestos y acciones, el director nos transmite su inconformidad y desacuerdo, principalmente con el carácter ateo de la doctrina. Existen dos escenas en el filme, las cuales son utilizadas para resaltar los atributos tradicionalistas y antirrepublicanos de Rosa. La primera nos presenta a Rosa incitando a su familia a gritarles improperios a los prisioneros republicanos que son llevados al paredón. Este acto puede ser interpretado desde un punto de vista de protección familiar, pero si solo fuera algo fingido, veríamos a esta señora gritando todo tipo de escarnios, en cambio somos testigos de como solo se ensaña con lo que en verdad le irrita de la ideología republicana: su ateísmo. La segunda escena ocurre cuando se enteran del estallido de la guerra. Cuando esto sucede, la madre de Moncho agarra toda la propaganda de izquierda que hay en su casa y la desecha, no sin antes aclararle a su hijo que su padre jamás le regaló un traje al maestro. En cierta medida podemos tambien pensar que estas acciones son producto del miedo y de una intuición materna de protección familiar, pero de un modo inconsciente podemos percibir en Rosa un cierto júbilo interno al saber que posiblemente “la república impía” tiene sus días contados. Vemos como el posicionamiento escénico intencional es también utilizado magistralmente para demostrar las diferencias que existen entre Rosa y su esposo en esta escena. Ambos personajes se encuentran divididos por un poste, a la derecha un Ramón abatido, triste y desconsolado, a la izquierda una Rosa decidida, emprendedora, tomando riendas de la situación. La madre no muestra tristeza alguna por los acontecimientos recientes y tiene fuerzas para ponerse a botar toda la propaganda republicana. Ramón, por el contrario, no tiene ni deseos de levantarse de su silla.

     “La lengua de las mariposas” nos pinta una realidad dura pero verídica de la España de los años treinta con respecto al status social de la mujer. Nos damos cuenta de cómo las oportunidades sociales y laborales de las mujeres que aparecen en el filme son reciamente limitadas. Rosa es un ama de casa que solamente se ocupa de los quehaceres hogareños y del cuidado de sus hijos. Ella parece estar conforme con esto, pero aunque no lo estuviera, no podría hacer mucho para que las cosas fueran diferentes. Su mentalidad conservadora acepta su lugar de segunda detrás de su cónyuge y parece estar contenta con ocupar la posición que le corresponde según la norma de esa sociedad. A pesar de parecer una mujer energética y diligente, no nos podemos imaginar a Rosa trabajando fuera de la casa debido a las indicaciones que la película nos da sobre la comunidad donde ella reside. Otro personaje femenino que demuestra aun más la desigualdad sexual de la España de estos años es la hija ilegítima del esposo de Rosa: Carmiña. Esta muchacha es rechazada por esta comunidad conservadora, no solo por ser mujer sino también por haber sido producto de una relación fuera del matrimonio. A los ojos de muchos de los integrantes de esta sociedad su vida personifica un pecado de inmensa magnitud. ¿Cómo hará esta niña recientemente huérfana para al menos conseguir el pan de cada día? Solo podemos decir que su futuro no se ve muy próspero y que sus oportunidades son casi nulas. Podríamos especular basándonos en los datos que el filme nos brinda acerca de la personalidad de esta joven, que el único camino que podría seguir para poder subsistir sería el del lenocinio. El tercer personaje femenino principal de la película, la niña china, es la que más demuestra las profundas diferencias que existían en España entre un hombre y una mujer. A esta muchacha nunca se le dio chance de escoger libremente al hombre que querría como esposo; escuchamos de boca de su marido como ya al menos desde los cuatro años estaba predestinada a casarse con él, un hombre mucho más viejo y de figura nauseabunda. Las interacciones que existen en el filme entre ella y su esposo nos dan a entender cómo que esta muchacha es más bien una esclava de este señor avasallador y prepotente. En una escena específica la vemos derramando lágrimas al escuchar la música que toca el hermano mayor de Moncho. Esta aflicción puede ser interpretada de disímiles maneras, puede estar recordando el abuso mental, físico y sexual que seguramente ha sufrido desde niña a manos de su actual cónyuge, puede estar repasando toda la infelicidad que ha significado compartir su vida con este hombre odioso; lo que sí podemos concluir con absoluta seguridad es que esta mujer ha sufrido y aun sufre mucho, que no tiene el menor chance en esta sociedad abusiva que aborrece el divorcio y no le da oportunidad a la mujer de salir adelante por sí misma y que las únicas esperanzas que tendría de al menos tener tranquilidad serían escapar con el hermano de Moncho o inmolarse. Todas estas características sociales nos hacen pensar en cuál podría ser el papel de estas mujeres en la guerra. Quizás serían las bordadoras de uniformes o las cuidadoras de enfermos, porque de entrada sabemos que jamás las dejarían pelear en el campo de batalla y mucho menos comandar o dirigir a un grupo de soldados. Preguntas aún más interesantes serían: ¿Qué será de estas mujeres si sus maridos mueren en la guerra? ¿Quién traerá el pan a la casa si esto ocurre? ¿Qué futuro y seguridad económica puede tener una viuda con hijos en una sociedad tan conservadora y opresiva cómo esta? Ninguna de estas preguntas tiene una respuesta positiva o esperanzadora, la verdad es que la realidad turbia de la mujer española de los años treinta se convirtió en aun más cruda con el estallido de la guerra. “La lengua de las mariposas” hace un trabajo magnifico al reflejar de una forma verídica y precisa los crueles detalles de tan triste realidad.

     El cuento del escritor Manuel Rivas, el cual lleva el mismo nombre de la película que lo ha adaptado a la pantalla chica, es una narración repleta de detalles y elementos descriptivos que facilitan su transformación al cine. Al leer la fábula nos podemos dar cuenta de cómo José Luis Cuerda lo ha calcado en casi su totalidad y tergiversa muy pocas cosas del mismo. Las unicas modificaciones e incorporaciones son puramente debidas al entrelazo de historias no pertenecientes al cuento original. Vale señalar que el director logra esta mixtura de manera magistral, sin dañar o alterar el contenido ni el mensaje de la historia principal. Cualquiera que no haya sido advertido de que este filme es basado en tres narraciones totalmente diferentes no podría deducirlo por si mismo, debido a la técnica utilizada para alcanzar este objetivo.

     La traición de Moncho al final de la película nos toma ligeramente por sorpresa; en parte porque esperabamos que apoyara la actitud de su familia y en parte porque esperabamos lealtad a la amistad de su viejo camarada. No importa tanto su comportamiento cómo el mensaje que el mismo conlleva: la inocencia y la niñez pueden ser manipuladas fácilmente para forjar en el ser humano valores tan positivos como el respeto, la tolerancia y el amor por el conocimiento y tan negativos como el odio, la traición y la intransigencia. La escena final en cámara lenta nos muestra a Moncho gritándole al maestro los nombres científicos que gracias a él ya no son desconocidos para el niño. Esta técnica añade nostalgia y tristeza al episodio que ya es por sí solo desgarrador. El niño de forma inconsciente lanza estas «afrentas» al aire cómo señal de esperanza, cómo abrazando la fe de que a pesar del odio, los buenos valores debidamente inculcados siempre prebalecen y son difíciles de olvidar.

     En general la película es una hermosa obra de arte que impacta la conciencia del espectador y puede robar más de una lágrima a aquel que se identifique con la crónica que nos relata. En un plano personal, después de haber sentido el filme por más de dos horas, me he transportado sobre un canto del Cigala a la España de la guerra civil y he sufrido en carne propia la traición de vecinos, de amigos, de hermanos… La carga emocional transmitida por «La lengua de las mariposas» es íntima y pura, nos sacude a manos de la inocencia de un infante y nos derriba a golpes de veracidad y aborrecimiento. Padecer esta película es una experiencia exquisita que logra adentrarnos de forma precisa y personal a ese pedazo tan triste y fascinante de la historia española: la guerra civil.

 Inconcluso

Hoy Perez mató a Julián y han muerto los dos, no engaña
la brisa que escampa a prisa sobre los campos de España.
Daña el hermano al vecino, mata poesía al canto,
con tan solo dieciocho de este treinta y seis me espanto.

Llora castañuela herida, suicidio de la guitarra,
chismes e incertidumbre llenan desolada barra.
La pizarra la han borrado donde va la fantasía,
el mundo se viene abajo y aún me piden que sonría.

María ha quedado sola, difunto el izquierdo amigo,
las calles que me persiguen huyen al terror conmigo.
Componiendo en medio sigo de gritos y balacera,
la libreta se ha manchado de lo que cayó en la acera.

Espera mi madre hermosa a la noche que en el día
ya dejó de ser posible dentro de esta celda fría…


Respuestas

  1. Buen análisis y gran película. Me ha gustado el poema del final, ¿podrías decirme de quién es?

    Gracias.

    • Me alegra que le haya gustado, es mio, Carlos Centurion. Este es mi sitio de poesia.

  2. Ok

  3. […] de «enigmas» de su entorno inmediato, léase Secretos del corazón (1997) de Montxo Armendáriz o La lengua de las mariposas (1999) de José Luis Cuerda. Sin embargo, a la pieza que nos ocupa no le interesa tanto reconstruir […]


Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Categorías

A %d blogueros les gusta esto: